LUIZA TURCAN. 1961, Ploiesti – Rumanía.
¡La vida es un rompecabezas! ¿Alguna vez has visto a gente jugar con rompecabezas? ¡Es fascinante! Algunos comienzan con el marco y trabajan allí, otros comienzan directamente con el centro y trabajan allí y algunos simplemente comienzan con un lado y construyen desde allí.
Tan pronto como comiencen, tendrán algo en común: se mantendrán cerca de lo que imaginan que quieren lograr y controlarán cuidadosamente las similitudes, crearán una estrategia con cambios y adaptaciones constantes y, por último, pero no menos importante, siempre estarán en la búsqueda de la pieza que falta y que vinculará la antigua con la nueva y les ayudará a crecer.
Pero aquí viene la parte difícil: en los rompecabezas a veces piensas que tienes la pieza correcta cuando de hecho no la tienes, y por eso solo una pieza incorrecta termina destruyendo todo lo que construyes; hay ocasiones en que encuentras la pieza correcta pero aún no tienes un lugar para ella, así que consérvala y espera el momento adecuado para presentarla y otras veces cegada por el deseo de terminar forzarás una pieza a su posición y te tomará un tiempo hasta que aceptes que tienes una gran pieza en el lugar equivocado. Pero esto es un rompecabezas ... ¡la vida es un poco diferente!
La vida no te da una imagen con la que puedas comenzar y no te da todas las piezas a la vez, algunas las obtienes de tus padres, otras para las que trabajas y otras simplemente las arrojas, pero seguro nunca sabrás cuándo y ¡lo que vas a obtener! Dicho esto, déjame hablar contigo sobre el rompecabezas de mi vida ...
Desde el punto en que comencé mi carrera profesional como terapeuta de belleza. Tenía que trabajar para todo lo que iba a conseguir, nunca me detengo. Obtuve la experiencia del placer de dar, aceptar y sacar lo mejor de mi, comprendí que necesitas mucha atención para poder trabajar.
Entonces me di cuenta de que este es mi camino, así que fui a estudiar más técnicas y un enfoque holístico. Me encontré tratando de adaptarme socialmente a un grupo del que siento la necesidad de separarme. Vi cómo las estadísticas de mi éxito se debilitaban a medida que las de los demás se fortalecían.
Me adapté rápido y crecí, al igual que mi conocimiento, recibí entrenamientos y decidí que era hora de un gran cambio.
Me convertí en residente española y estoy viviendo en Tenerife.
Elegí España, Tenerife y aquí empiezo a hacerse realidad mi sueño de Pintar.
Lo vi como una oportunidad para probar algo nuevo y algo para lo que aún no estaba preparada, arriesgándome: estaba trabajando en un país diferente, en otro idioma y un tema: tenía una gran idea. ¿Me gustó? Sí. ¿Me encanta? No. ¿Aprendí mucho de eso? Sí, entendí que para poder evolucionar necesitas volver a lo básico, vi en todos estos años trabajando en el extranjero cosas que me ayudaron a ver las mías.
Podría desperdiciar mi vida dibujando líneas, o podría vivir a travesándolas. Durante mis años de trabajo y estudios siempre pensé que entre las empresas y el arte se encuentra un puente imposible de cruzar por ambas partes. Si bien uno es racional y el otro es emocional, al final parece que ambos encuentran su fuente en el mismo lugar: la mente humana.
Las terapias holísticas y de belleza me llevaron al mundo del arte, este es un campo en el que me siento cautivada, ya que me enseña la importancia del valor humano en el marco y el rendimiento y también me da la oportunidad de trabajar en un entorno diferente.
¿Por qué elegí pintar? En consecuencia, quiero ir más allá de esas líneas falsas trazadas en mi mente durante tanto tiempo, en un mundo sin puentes infranqueables. Como coincide con mis aspiraciones, estoy seguro de que el ARTE sería la elección correcta para mi desarrollo posterior.
