Al cuarto día de la luna nueva de septiembre la comunidad hindú cumple con uno de los ritos más sagrados y significativos de su calendario religioso, la celebración del Ananta Chaturdashi.
Hacedor de los buenos caminos y liberador de los obstáculos materiales y espirituales, Ganesh, hijo de Shiva y su esposa Parvati, es tal vez la divinidad más popular de la India, adorado como el dios de la protección y la buena suerte.
Como nos comenta Carlos Mirpuri, Presidente de la Asociación Hindú del Sur de Tenerife, cuando se pone en marcha un negocio nuevo, una escuela, un taller mecánico, cuando se celebra un casamiento, nada se pone en marcha sin haber rezado a Ganesh y pronunciado o escrito la conocida frase Shri Ganeshaya Nanas que quiere decir “hago reverencia al adorable Ganesh”), ya que para nosotros Ganesh representa el dios de la buena suerte, quien nos otorga prosperidad y fortuna en todos los ámbitos de nuestra vida. Rememorar nuestras costumbres y tradiciones es también una buena oportunidad para fortalecer nuestros valores de convivencia.
Ganesh, con forma de niño y cabeza de elefante es llevado en andas a lo largo de una estrecha y concurrida procesión donde mayores y niños, familias y amigos, rinden mediante danzas y cantos su último adiós hasta llegar a la orilla del mar, donde una barca se hace cargo de la efigie y la lleva mar adentro para sumergirla en sus aguas. Los actos de celebración en honor a Ganesh llevan sucediéndose en día anteriores y concluyen al sumergir la estatua del dios en las aguas del río o del mar. De este modo, despiden a Ganesh, quien se llevará la mala fortuna hasta el próximo año. Previamente los fieles le hacen entregan de ofrendas como los tradicionales dulces que se denominan Modak, elaborados con harina de arroz y rellenos de coco y azúcar. El acto concluyó con una comida fraternal.
