Uno de los principales y más importantes objetivos de la agenda 2030 es que la superficie destinada a la producción agraria ecológica sea del 25% del total y que se reduzca al 50% la utilización de productos fitosanitarios en la producción de alimentos. En Canarias la importancia y peso específico de la producción ecológica aumenta poco a poco, gracias a que existe una mayor concienciación de sus beneficios tanto para la salud como para el medio ambiente.