Las ciudades se reconectan, numerosas ciudades de todo el planeta están iniciando un despliegue de base comunitaria y participativa de las tecnologías de enegía renovable. Numerosas localidades canarias esperan pronto poder contar con este tipo de energías con la puesta en marcha de proyectos de comunidades solares.
Todo nuestro planeta se mantiene vivo gracias al Sol y el desarrollo de nuevas fuentes de energía aparejadas a tan inagotable fuente de energía se ha erigido en una de las principales alternativas a la reducción de emsiones de CO2 a la atmósfera. Se estima que el uso de la energía solar para el 2050 supondrá una reducción de más del 90 % de las emisiones actuales.
Un concepto aparentemente nuevo comienza a sernos familiar, la energía ciudadana. Desde hace décadas, personas a título individual e iniciativas ciudadanas impulsan el proceso de la transición energética. Las comunidades energéticas se empiezan a conformar como importantes actores del suministro descentralizado de energía.
Las nuevas regulaciones y subvenciones de la UE han allanado el camino para que este panorama cambie. En una comunidad solar, los vecinos cercanos pueden compartir la electricidad verde de los paneles fotovoltaicos locales entre sí. De esta manera, las personas que no tienen acceso a un tejado pueden asegurarse de que están utilizando energía beneficiosa para el medio ambiente. Al hacerlo, la comunidad recibe beneficios (subsidios de la UE que promueven la energía verde local) y puede realizar más instalaciones fotovoltaicas.
Las encuestas realizadas a la ciudadanía adejera ponen de manifiesto que cada vez más, los temas de sostenibilidad constituyen un tema central de la comunidad que desea plantearse formas y maneras de influir en su futuro. Generar la implicación y la participación de la ciudadanía en materias como el uso del territorio, uso de los recursos naturales, modelo energético, proyecto de cohesión e inclusión social, extensión de las tecnologías de información y comunicación, etc., constatan las interdependencias entre personas que se transforman en una red de actores capaces de pactar “un futuro local”.
