Tradicionalmente en Canarias, desde los años 60, el tomate se ha cultivado para la exportación eligiendo las variedades al gusto europeo, a las necesidades del mercado y variedades que daban respuestas a las exigencias del cultivo en sí. De forma coloquial se sigue distinguiendo dos tipos de tomate, el tomate de ensalada y el tomate de salsa. El primero cultivado para su comercialización en el mercado interior, y el segundo para la exportación.