El pasado sábado nos adentramos en la ruta del Barranco de Badajoz, un recorrido que combina naturaleza, historia y tradición en cada paso.
La jornada estuvo llena de sonrisas, conversaciones y descubrimientos, explorando senderos, observando la flora y fauna, y escuchando las leyendas que hacen único este lugar. Cada momento nos recordó la belleza de compartir tiempo en familia y en comunidad.
Con el Día de los Finaos acercándose, esta caminata también se convirtió en una forma de celebrar en familia, disfrutando de la compañía y de las pequeñas alegrías que surgen al caminar juntas y juntos. Fue un espacio para reconectar con la naturaleza, crear recuerdos y valorar nuestras tradiciones.
Cada paso, cada historia y cada sonrisa hicieron que este sábado se sintiera especial, recordándonos por qué “Caminando por la Vida” es mucho más que una ruta: es una experiencia para vivir, compartir y celebrar lo que nos une.
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