Voz del mestizaje, raíz Amazigh y mirada europea
Ikram Essaghir es una artista de origen Amazigh que representa con fuerza y sensibilidad la confluencia entre el norte de África y la Europa contemporánea. Su propuesta artística, profundamente honesta y cargada de matices, es el reflejo sonoro de una identidad múltiple, tejida entre dos mundos: el de sus raíces ancestrales y el de su realidad como joven artista que ha crecido en un entorno europeo.
Su música es una alquimia emocional en la que se funden los cantos tradicionales del norte de África con los sonidos urbanos más actuales: electrónica, pop, trap, flamenco contemporáneo, música experimental… Ikram compone, interpreta y transforma la tradición en una forma de expresión moderna, accesible, vibrante y profundamente personal.
El núcleo de su obra se construye en torno a temáticas identitarias que tocan fibras comunes a toda una generación:
El sentimiento de pertenencia fragmentado, que viven los hijos e hijas de inmigrantes, muchas veces navegando entre culturas sin sentirse del todo parte de ninguna.
La memoria migrante, la nostalgia por una tierra que muchas veces se conoce solo a través de relatos familiares, canciones, olores o lenguas que se van diluyendo entre generaciones.
La resistencia cultural frente a la homogeneización, y la reafirmación de la identidad Amazigh como símbolo de diversidad, conexión con la tierra, y raíz espiritual.
Todo esto lo transmite a través de una propuesta musical potente, que combina melodías propias, métricas únicas y una voz que no solo canta, sino que narra, denuncia y reconcilia. Ikram canta para encontrarse, para abrir caminos y para ofrecer espejos a quienes, como ella, habitan entre fronteras visibles e invisibles.
Una voz con proyección
Ikram forma parte de una nueva escena artística que dialoga con las problemáticas sociales actuales desde una sensibilidad artística profunda. Su música y discurso encuentran eco tanto en festivales multiculturales como en ciclos de pensamiento crítico, espacios educativos, medios de comunicación alternativos y plataformas que promueven la diversidad cultural, el feminismo interseccional y la justicia social.
Su directo combina la fuerza de lo íntimo con el poder de lo colectivo: canciones cargadas de emoción, beats que invitan a moverse, y mensajes que generan conexión con públicos diversos. Cada actuación es una oportunidad para trazar puentes entre el pasado y el futuro, entre continentes y generaciones, entre culturas y sonoridades.
Ikram Essaghir no solo canta: representa, transforma y construye desde la raíz.