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El Cuadro de Santa Úrsula de Adeje

21 OCTUBRE 2021

En el templo matriz de Santa Úrsula de Adeje se conserva un cuadro con la imagen de la santa titular del templo.

El referido lienzo se encuentra ubicado en la parte superior izquierda del retablo de la Candelaria, siendo el conjunto retablístico más antiguo de los que se conservan en la parroquia. Hasta la llegada de la talla escultórica de Santa Úrsula a la parroquia en 1743, lo que se veneraba era un lienzo de la santa, creemos que debió ser este cuadro.

Santa Úrsula aparece en primer plano, vestida con ropajes suntuosos, propios de su condición de princesa. Una saya roja y un manto brocado en azul con ricas decoraciones de motivos vegetales. En la mano porta la palma como atributo de su martirio, también aparece en su otra mano la flecha con la que el jefe de los Hunos le atravesó el corazón al negarse a casarse con él. En segundo plano se representa la brutal batalla que sufrieron tanto Santa Úrsula como las 11.000 vírgenes que la acompañaban. El cuadro constituye un gran dramatismo apareciendo representadas las mujeres muertas por las espadas de los Hunos en la parte inferior del lienzo.

El retablo de la Candelaria, donde se encuentra el cuadro de Santa Úrsula, según el profesor Trujillo Rodríguez, en su tesis "El Retablo Barroco en Canarias", consideró que este retablo era el que se encontraba en la Iglesia Parroquial de Candelaria, encargado a Sevilla en 1596, pero  que en 1681 fue reemplazado por otro y éste fue a parar a Adeje, residencia de los Ponte, Patronos de los Dominicos, donde consta en los inventarios parroquiales desde 1684.

Según la leyenda, Úrsula era una joven y bella princesa bretona que vivió en el siglo IV d.C. (383). Habiendo rechazado a muchos pretendientes por consagrarse a Dios, aceptó el matrimonio con un príncipe a condición de que: 1º se le rodease de 10 doncellas y a su vez a cada una de ellas de 1000 acompañantes; 2º que se le permitiese, antes del matrimonio, de tres años para visitar las tumbas de los santos en Roma y que se le dotase de los navíos necesarios para el viaje; 3º y último, que su futuro marido y su séquito se convirtiesen al cristianismo. Ella pensó que no aceptaría esos requisitos, pero admitió estas condiciones. Al correr la noticia de que se requerían vírgenes para peregrinar hacia Roma, se desplazaron hasta Bretaña gran cantidad de mujeres. Partieron de las islas británicas, pasando por el Rin, se detuvieron en Colonia, donde un ángel anunció a Úrsula el fatal desenlace de la peregrinación a ciudad de los Papas. A lo largo del trayecto se van incorporando varios dignatarios de la iglesia en su mayoría obispos. Ya en Roma, dos generales, Máximo y Africano, al darse cuenta de la gran cantidad de personas que se unía a la multitud y preocupados por la propagación de la fe católica, informaron al caudillo de los hunos del paso de las caminantes por Colonia y le manifestaron el deseo de que las mataran a todas.

Mientras, al prometido príncipe Etéreo, que había subido al trono tras la muerte de su padre, un ángel le comunicó que convenciese a su madre para que se convirtiesen al cristianismo. También se le apareció un ángel cuando los peregrinos abandonaron Roma, para hacerle saber que debía ir al encuentro de su novia en Colonia y entregar junto a ella su alma a Dios. Etéreo cumplió las directrices del ángel y marchó a Colonia.

Las peregrinas al llegar a la ciudad la encontraron sitiada por los Hunos, quienes se dirigieron hacia ellas y las aniquilaron. El caudillo se fijó en Úrsula y le pidió que se casara con él. Ante la negativa de ella, el cruel jefe le atravesó el corazón con una flecha.

 Este lienzo pudo haber sido la imagen devocional de los adejeros antes de la llegada de la escultura en el siglo XVIII. 

Juan Desiderio Afonso Ruiz

Licenciado en Historia del Arte.


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