Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecer un correcto funcionamiento y una navegabilidad óptima.
Para más información, consulta nuestra política de cookies.
ACEPTAR TODAS LAS COOKIES
CONFIGURAR LAS COOKIES A UTILIZAR
Salud, calidad de vida y bienestar animal  >  Igualdad y diversidad  >  Blog  > Brujas, Meigas, Hechiceras, Magas. Distintos nombres para mujeres especiales

Brujas, Meigas, Hechiceras, Magas. Distintos nombres para mujeres especiales

3 NOVIEMBRE 2023

La literatura, el cine y el arte nos han dejado un amplio repertorio de historias, vidas o episodios relacionados con las brujas y la brujería. Pinturas y grabados de Peter Brueghel el viejo o del magnánime Francisco de Goya y Lucientes (Las estampas de Los Caprichos: Linda maestra, si amanece nos vamos, el aquelarre…) plasman en sus obras la maldad personificada en los rostros de estas mujeres que sembraron el temor en toda Europa desde el medievo.

La representación plástica de las brujas y las obras literarias referente a las mismas llega hasta nuestros días. Asustamos a los niños y niñas con que la bruja va a venir a llevárselos si no se portan bien, creemos en hechizos para encontrar el amor, vengar el desamor, lograr el trabajo deseado, etc. Ellas, las brujas, son consideradas las culpables de todos los males y causantes de los desastres de la humanidad: enfermedades, desastres naturales, epidemias…

¿Mito o realidad? Estas mujeres que solemos identificar con aquello que parece peligroso y da miedo: Ancianas con verrugas sobre sus largas narices, feas, despeinadas, enlutadas que vuelan sobre sus escobas sembrando el mal sobre pueblos y ciudades, no eran más que mujeres libres, que no dependían de un hombre para su sustento. No cumplían con las normas marcadas por el patriarcado y decidieron caminar por sus propias sendas.

La mitología hebraica ya nos habla de la primera bruja: Lilith. Ella fue la primera esposa de Adán que no se sometió a él. Lo abandona y se marcha voluntariamente del Paraíso. Pero fue condenada por ello.

La tradición nos dice que ángeles del Edén la condenaron a que todos los hijos que engendrara morirían, lo que obligaba a Lilith a intentar tener descendencia de forma obsesiva.

Este hecho es otra de las características que se les han asignado a las brujas. Aprovechan la noche para buscar hombres que la fecunden.

Generalmente las brujas eran señoras mayores, viudas, migrantes, solteras…marginadas. Solían vivir en zonas rurales y pertenecer a rangos sociales bajos.

Sin embargo, eran mujeres valientes, maduras y fuertes a las que su situación de precariedad económica les había hecho conocer los beneficios sanatorios de las plantas y las combinaciones de las mismas para lograr ungüentos que sanaran sus vidas y la de aquellas familias, por falta de peculio, debían acudían a sus servicios.

Los conocimientos de las plantas medicinales y del cuerpo, las llevó por tanto a desempeñar labores de parteras, curanderas o enfermeras.

Son precisamente las características que acabamos de mencionar las que reflejan los rasgos de desprecio y la invalidez otorgada por la sociedad a la mujer mayor.

Mujeres que como escapaban al control atávico del hombre debían estar bajo el control de un ente maligno superior: el diablo.

Se pensaba que ellas alcanzabas pactos con el maligno para llevar a cabo sus prácticas brujeriles convirtiéndose en las responsables de las desgracias padecidas por sus vecinos.

Esta demonización de las mujeres sanadoras las llevó a que a partir de la Edad Media sufrieran una auténtica “caza de brujas”, encabezado por la Iglesia y que pretendía con ello, disciplinar a estas féminas.

Esta persecución tuvo lugar por toda Europa. El miedo a ser ajusticiadas por la Santa Inquisición hizo que viviesen y practicaran sus remedios sanatorios de un modo si cabe, más discreto y oculto.

El tribunal religioso de la Inquisición pretendía encauzar la sociedad y evitar aquellos elementos perturbadores que podían generar un escándalo público, siendo perseguidas principalmente aquellas personas (hombres y mujeres) que eran acusadas de herejía, brujería o hechicería. Si bien estas prácticas sobrenaturales también fueron realizadas por magos y hechiceros, el Santo Oficio persiguió concienzudamente a las féminas que, como indicamos anteriormente, se encontraban en una situación de menor protección.

Por tanto, a ellas se les enjuició y mató por ser brujas y mujeres. Manifestación clara de misoginia imperante en la sociedad. Esta vulnerabilidad de las mujeres, dio lugar a que cualquiera de ellas que supusiera un comportamiento molesto podía ser tachada y perseguida por bruja: viudas cuya familia quería hacerse con sus dominios, esposas molestas para sus parejas, amantes de las que se quisieran deshacer...Ellas que escapan al control masculino y son percibidas como una amenaza, por cualquier nimiedad, corrían el riesgo de acabar quemadas en la hoguera.

La demonización de estas mujeres diferentes y la persecución de las mismas, llevó a dos monjes inquisidores a escribir, a finales del siglo XV, “Malleus Maleficarum”.

Texto que expresa el modo de actuar de estas adoradoras del diablo y la necesidad de condenarlas y aniquilarlas en beneficio de la sociedad cristiana.

A pesar de que los procesos inquisitoriales comenzaron en la Edad Media, será entre los siglos XVI- XVIII cuando se lleve a cabo el mayor número de condenas contra estas seguidoras del diablo.

En este periodo se cree que unas 50.000 personas fueron condenadas y quemadas en Europa. De este número, en torno al 80% eran mujeres.

Este número desciende de forma exponencial si nos limitamos a analizar los casos enjuiciados en España. En el transcurso de los citados 300 años, en nuestro país hubo únicamente 59 mujeres condenadas a ser quemadas en la hoguera.

La cifra de procesos inquisitoriales llevados a cabo contra mujeres por motivos de herejía, hechicería y brujería fue mucho mayor. No es posible dar un número aproximado ya que muchas de las fuentes documentales han sido destruidas. Pero las condenas más habituales en nuestro país fueron los azotes, la reclusión domiciliaria, el ingreso en sanatorios o los azotes públicos.

En España el caso más conocido es el de la condena por brujería a 53 personas en la población navarra de Zugarramurdi en 1610, siendo condenadas a morir en la hoguera 11 de ellas.

Pero hay otras zonas de nuestro país marcados por ser lugar de encuentro de estas enigmáticas mujeres. Es el caso de la pequeña localidad zaragozana de Trasmoz, donde durante el medievo parece ser que fue sede de aquelarres. Allí se reunían estas mujeres y llevaban a cabo hechizos y rituales.

Los encuentros de estas enigmáticas féminas en el municipio, desencadenó la denuncia de la vecindad y se convirtió en uno de los primeros pueblos en recibir la excomulgación de la Iglesia. Excomulgación que llega hasta nuestros días, ya que nunca ha sido revocada.

Algo parecido ocurría en Galicia, en concreto en San Salvador del Coiro (Pontevedra). Allí nos dice la leyenda que las meigas hacían repicar las campanas en plena noche para avisar de su presencia en el lugar y sembrar el pánico en la localidad.

Pero no hay que irse tan lejos para encontrar historias de brujas. En nuestras islas son multitud las historias que se narran de distintas generaciones que practicaban la brujería e incluso algunas mujeres que hoy día podrían continuar ejerciendo tales trabajos.

Según los documentos conservados unas 400 personas fueron condenados por la Santa Inquisición por desempeñar estas malas artes en Canarias. De estas personas, en torno al 90% fueron mujeres.

Hoy, aún se cree que danzan desnudas y cubiertas de ungüentos por los Bailaderos de las islas. Viven en zonas rurales poco pobladas, donde continúan la práctica sus hechizos.

A pesar de vivir prácticamente ajena a la sociedad, podemos decir que estas mujeres fueron las primeras feministas de la historia. Generaban conocimiento, pensaban libremente y no se dejaban coaccionar por el yugo patriarcal de la sociedad en que vivieron…o viven.

Ana Victoria Moruno Rodríguez, Licenciada en Historia del Arte.


Videos

 
C/ Grande, 1   38670, Adeje
Horario: 8:00 - 15:00 h