A pocos días de la última concentración en la que denunciábamos el asesinato de dos mujeres en Canarias, ayer nos sobrecogió la noticia de dos nuevas víctimas, una mujer de 39 años de edad y su hijo, de tan solo 10. De nuevo dos vidas truncadas por una violencia cruel, ejercida, precisamente, por la persona con la que decidieron compartir un día su vida. Esta vez los hechos han ocurrido en nuestro municipio.
Una lamentable noticia, para nuestro pesar y vergüenza como sociedad, que en tan sólo cuatro meses que llevamos de 2019, se han producido 18 asesinatos machistas, siete de ellos en nuestras islas. 993 desde el año 2003.
Hoy, dos brutales crímenes nos obligan de nuevo a denunciar y poner sobre la mesa que estos asesinatos no son casos aislados, sino que forman parte de una aterradora sucesión de crímenes que nos lleva a preguntarnos una vez más por el valor que, para esta sociedad tiene la vida de las mujeres. Debemos implicarnos más, como ciudadanía, pero también desde el ámbito político y judicial para encontrar las herramientas que de verdad acaben con los asesinatos de mujeres.
También debemos pensar porque es necesario hacerlo, que ha quedado un niño huérfano. Gracias a él, con tan solo cinco años, ha sido posible la detención del asesino, su padre. Como él, muchos menores son víctimas directas de la cruel venganza. Sirva este momento como recuerdo para todos aquellos hijos e hijas de maltratadores, víctimas de la violencia, que perdieron su vida, o las vieron truncadas. Debemos reflexionar sobre ello como sociedad y articular medidas de protección y amparo.
No olvidemos la labor de las personas, vecinas de Adeje, que no dudaron en socorrerlo y dar rápidamente la voz de alarma así como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que con su eficaz actuación en pocas horas lograron dar con los cuerpos de las víctimas. Nuestra más profunda admiración y agradecimiento.
Estamos aquí formando parte del muro que defiende el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia. El muro que defiende y quiere mejorar y ampliar las leyes y medidas de prevención. Seguiremos en la lucha hasta la total erradicación de cualquier tipo de violencia de género y hasta alcanzar la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres.
Con el convencimiento de que no existen barreras ideológicas ni políticas que pongan freno a una lucha común contra este hecho atroz, hoy reivindicamos un compromiso más profundo con el Pacto de Estado contra la Violencia de Género en todas sus formas.
Y mostramos nuestra solidaridad y profundo pésame a la familia de las víctimas, guardando un minuto de silencio
